THE JOURNALIST ASKS

No hay que negar que con el transcurso de los años, los medios de comunicación han fortalecido su influencia en la sociedad, a tal punto que han reorientado los comportamientos, los modos de pensar, la concepción de la vida y el mundo, entre otros factores que hacen parte de la cotidianidad de los seres humanos. Claro, sin negar el fin último algunos mass media el cual se encamina a la industria del entretenimiento con rentables resultados.

Esa visión que tenemos de lo que hoy son medios de comunicación, la hemos adquirido gracias a la aplicación de novedosos formatos encaminados al oportuno proceso de búsqueda y suministro de información. Es así como decimos que gracias a la globalización, la televisión, la prensa y la radio ha rediseñado sus estrategias con el firme propósito de llegar a más público capaz de involucrarse en los proyectos que ellos lideran.

Realities, adaptación de las novelas de acuerdo a cada país, programas musicales, formatos para todo público (llamese niños, jóvenes y adultos) e interminables noticieros, son algunas de las cosas que podemos encontrar en la “variada” parrilla de programación de los canales internacionales y nacionales. Pero, ¿Qué tan formativo son todos aquellos programas para una sociedad? Los noticieros por ejemplo, suministran información (a veces importante, otras no) a la población que según dicen, está ávida de conocimiento. Datos con frecuencia manupulados por unos pocos para su interés y hechos totalmente cambiados porque no se han entendido bien el contexto en el que se desarrollan, son entre algunos, las cosas que se pueden encontrar en los mass media. A ello agregamos la manipulación de quienes enfocan sus energías a la imposición de ideologías imperantes en otras naciones con ánimos expansionistas hacía los denominados países en vía de desarrollo. Un panorama poco emociante en el que se sienten los vientos de cambio a paso lento según el privilegio de los poderosos.

Entonces, diriamos que el comportamiento de la población y las relaciones sociales se enmarcan en situaciones de semejanza de acuerdo al favoritismo que tengamos de lo que nos muestran los medios masivos de comunicación. De hecho, los diálogos entre alienados se reduce al último capitulo de la novela X o al resultado del partido de fútbol de la noche anterior. El proceso formador con el que fueron creados los medios de comunicación, pasa al punto final de la agenda de las cosas pendientes por hacer de aquellos creativos invlocrados en la orientación de la ahora llamada industria del entretenimiento. La escena, es el reflejo de una Roma antigua interesada más en el pan y el circo que en la humanidad; esta es nuestra absurda postmodernidad.

Frente a ello ¿qué tanto lograrán los comunicadores más cuando ellos infortunadamente se vinculan con los puntos negativos expuestos con anterioridad? Y peor aún, ¿Qué tan interesada está la población en empezar a cambiar los tradicionales paradigmas existentes en los medios de comunicación?

Llevar el heraldo del cambio requerirá de un largo proceso educativo en el que no sólo deben estar involucrados los comunicadores, sino los profesionales de otras ramas de la ciencia, los gobiernos, la población y la voluntad de quienes por ahora, tienen el poder.